Cómo cuidar a un bebé que tiene un resfrío

Cuando su bebé está resfriado, es normal pensar que necesita medicamentos, como antibióticos o medicamentos para el resfrío. Pero hay algunas medidas simples para tomar en el hogar que ayudan más a su bebé a superar un resfrío.

e incluyen:

• Beber mucho líquido: la congestión empeora cuando su bebé está deshidratado.
• Usar un humidificador para descongestionar al bebé.
• Usar una jeringa con pipeta para limpiar la nariz del bebé. Apriete el aire de la pipeta e inserte suavemente la punta de la jeringa en la fosa nasal de su bebé. Esto extraerá parte del moco. Hágalo no más de cuatro veces al día. Además, pregúntele a su médico cómo usar gotas de solución salina nasal para ayudar en el proceso.
• Puede considerar administrarle a su bebé acetaminofeno (como Tylenol o una alternativa genérica) o ibuprofeno (como Motrin, Advil o una alternativa genérica) para la fiebre o las molestias. Consulte a su médico para conocer la dosis correcta.

A menudo, su bebé comenzará a sentirse mejor en unos días.

Tenga en cuenta que muchos síntomas de la COVID-19, como fiebre, tos, fatiga y congestión nasal, son similares a los de un resfrío común. Por ese motivo, lo mejor es consultar a su médico cada vez que su bebé presente síntomas de resfrío. En especial si su bebé asiste a la guardería o tiene contacto estrecho con otros niños que son demasiado pequeños para recibir la vacuna.

Cuándo preocuparse

Un resfrío puede tomar entre varios días y un par de semanas en mejorar por completo. Algunos bebés siguen estornudando por más tiempo. También es común que los bebés tengan menos apetito, lo cual no suele ser un problema siempre que sigan bebiendo líquido. Algunos bebés tendrán vómitos o diarrea cuando están resfriados.

Llame a su médico si su bebé presenta alguno de los siguientes síntomas:

• Tiene fiebre alta (102 grados Fahrenheit o más) o vuelve a tener fiebre después de haber estado enfermo durante algunos días. Si su bebé tiene menos de 3 meses, llame si tiene fiebre de 100.4 °F o más.
• Tiene tos que no se va.
• Tiene contracción alrededor de las costillas, aleteo en las fosas nasales o respiración rápida.
• La piel se torna pálida o azulada.
• Está mucho más somnoliento o irritable de lo normal.
• Se niega a beber líquidos o no moja los pañales cada 6 horas.

Es muy probable que esto no suceda y que su bebé esté bien. Un bebé resfriado necesita mayormente mucho cariño y algo de paciencia.